Goodbye, my lover.

Sos mi mancha oscura en este mundo de colores que logré construir con el esfuerzo que solo una luchadora conoce. Sos la foto que no quiero ver, el pasado que no quiero recordar, el amor que no puedo superar, la anécdota que no quiero contar, ese dolor en el alma del que no puedo hablar. Sos tantas cosas... sos lo que sigo buscando y nunca voy a encontrar, y ya no te espero. Sos la publicación que ignoro, la fuerza de voluntad que me falta y mis ganas de ser mejor, pero no a tu lado. Decidí ser feliz poco después de lograr alejarme de ti, ¿Curioso, no? Sos mi debilidad; porque se que hablo así ahora que te tengo lejos, pero que se me doblan las rodillas si te vuelvo a ver bailar. Sos una canción de Guetta, una plaza, un gusto de helado, pero todo ya muy lejano. Cada vez son menos las notificaciones tuyas, tus mensajes, tus consejos, tus miradas, tus abrazos, son menos... son nada. Y acá estoy. Parada, con la frente en alto. Ni una lágrima corriendo por mis mejillas, sin ocultarme, sin pensarte. Pero, tristemente, anhelando lo que nunca fue. Pensando un porque que no puedo encontrar. Esperando que vuelva a sonarme el celular. Esperando estar convencida. No quiero buscar, inconsciente  tu auto en el estacionamiento, tu cara entre la gente. No quiero buscar sentir en nuevos besos lo que solo me pudo dar tu boca. Amarte a vos no fue lo mejor pero fue perfecto, pero ahora tengo que seguir adelante.