5 jul 2014

Dejar de amar.

Tengo que dejar que mis esperanzas mueran. Y tal vez así muera mi color, la luz de mis ojos, el brillo de mi sonrisa. Tal vez para matar este amor sea necesario matarme a mi, pero lo que tengo claro es que este sentimiento debe morir. Extinguirse porque me enferma lo que se mantiene oculto para no ofender a quién amo. Debe morir la esperanza, debe morir el amor, debe morir el futuro que soñé para los dos porque no hay nada. En el no queda nada para mi, y yo no puedo seguir buscando en la nada. 
No me importa si el se va, se queda, viaja a la luna o se da media vuelta. Siempre que no me quiera tendré este vacío lleno de espinas en mi pecho, y no podré continuar. Y aun así admirare su cordura y la forma en que siempre me cuidó. Pero no pudo amarme, no mucho. Ya no.
 Y me quede paradita, indefensa y con un montón de besos que no pude darle en el medio de la calle Corrientes. La vida me atraviesa, no puedo seguir adelante. El es mi pesar constante porque fue mi mejor amante. Quisiera tener mas firme en mi ser el hecho de que nunca vamos a volver a estar juntos. No me falta claridad, me falta convicción. ¿Pero como puede una mujer tener ganas de rendirse? ¿Como darse por vencida por simple voluntad propia? Si me pidieran que lo olvide por todo el dinero del mundo, si me infringieran dolor para que lo dejara de querer... aun seguiría diciendo que el es el amor de mi vida. Intento descubrir que hacer a partir de ahora. Su voz no me consuela y la distancia no me alivia. El tiempo no me cura y sus palabras no me afligen. Podría cometer los peores actos hacia mi para que lo odie y no lo lograría. Algo en las lineas de mi destino me ha traído hasta acá, me ha clavado en un amor irresponsable, único, que alguna vez fue mágico, pero que afirma el, es imposible. Y una soñadora como yo, mujer tonta, no asume que algo puede ser imposible sin más. Siempre cree en lo que puede pasar. Pero cuando el quiso dejar clara su indiferencia, debió saber que su nada era todo para mi. Y acá estoy, intentando tomar una decisión que de cualquier forma será incorrecta, sin saber si es mejor tenerlo cerca sin amor, o lejos sin saber de su vida. De ninguna forma dejará de doler, bajo ninguna fuerza dejaré de soñar, teniéndolo cerca no duele menos ni más. 
Alguna forma tengo que encontrar para poder superar lo insuperable. Algún camino. Y si mis ilusiones son solo nubes, soy capaz de aprender a volar. Si por una persona daría la vida, no puedo dejar de quererlo porque no hay salida del simple hecho de ser. Ser quién mas te quiere. Soy, porque el destino lo quiso así, una persona cuya misión es amar. Amarlo a el.
Y con esta angustia me voy a seguir sopesando que es peor. Si la vida entera sin tu amor, o la amistad falsa de nunca asumir mi error.

1 comentario:

  1. Me gusta como jugás con la tragedia en algunas partes del texto. También me gusta esa mención de la calle Corrientes, quizás por que la he transitado y he vivido situaciones variadas allí, quizás por que le da realismo al relato...

    Ojearé tus otras publicaciones!

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