Este es mi cuento.

Y en mi cuento, hay muchos miedos que no quiero enfrentar. Demasiados monstruos adentro de mi armario, demasiadas bestias detrás de un árbol esperando para atacar. En mi cuento estoy muy sola, y aunque nadie se de cuenta, cada vez más. Soy una luchadora que muchas veces se rinde. Mi cuento está lleno de absurdas historias de amor que no llegan a ninguna parte, y aunque se que debería deshacerme de esa semilla de cariño antes de estar enamorada, no puedo. Se como termina ese capítulo y no me importa. Mi cuento está lleno de metáforas tristes y paisajes grises, así como también de caminatas liberadoras, poemas que hacen sonreír y besos robados. Mi cuento se escribe día a día, y a veces da un vuelco muy brusco en tal solo un minuto. Me quita la respiración, me hace llorar, me cansa, me hace reír a carcajadas y más allá de los problemas y la soledad que me acompaña hoy, tiene como personajes a los seres humanos más hermosos que cualquiera podría desear tener de amigos y familia. A mi cuento le faltan muchos capítulos por escribirse, años y años de bipolaridad y frases armadas. Y lo mejor de todo, es que tampoco va a terminar con la muerte.