Bajo el reflector.

Estoy asustada de dar un paso más. Se llega pero es difícil mantenerse. No van a robarme mi lugar, pero puedo perderlo yo aunque nadie me lo diga. Esta vez todo será diferente, y es por miedo a no superarme, a no crecer, a retroceder, que me da miedo la segunda vuelta. Miedo a decepcionar a todos los que esperan tanto de mi. Este miedo me juega en contra y me está haciendo ir para atrás. ¿Y si cambio la imagen buena que tienen todos de mi ahora, por una horrible nota desafinada?. Tengo miedo de descubrir que todo fue un golpe de suerte y que en realidad no nací para esto. Si pierdo mi voz, no soy nada. Todo era demasiado bueno para ser verdad. Cada día pienso en lo que me está costando todo... y a veces preferiría retirarme invicta antes que perder lo que tengo hoy, pero esta actitud puede quitarme mas de lo que tengo para perder y las posibilidades, si es que existen. Es a todo o nada. Tengo muchas ganas de volver, pero tengo miedo que por un error ahí arriba, pierda todo el futuro que quiero tener. Demasiada presión. Nadie sabe lo que pasa detrás de escena; las lágrimas, el esfuerzo y las ganas de abandonar todo. La previa de la canción, porque lo que se ve en el escenario es el producto final, pero lleva meses de preparación. Este es mi camino con luz al final, lo tengo en mis manos pero hay algo que me atrapa y no me deja seguir volando; el miedo a caer. Quisiera que todo sea mejor, y sino igual... pero casi tengo la seguridad de que no voy a sentir lo mismo y... ¡mierda! No quiero reemplazar lo que recuerdo hoy por una angustia o una decepción en mi corazón; las alegrías se olvidan más fácil que las tristezas. Quiero brillar muchas veces más, ir en subida y que nada ni nadie (ni yo) puedan tirarme abajo.