3 dic 2011

... Y ese fue el día que ella se dió cuenta que ya no lloraba por un amor, sino por una amistad. Nada duele más que perder a un amigo; se siente como si estuvieras perdiendo una parte de tu alma. La distancia había apagado ese lazo, esa unión. Pero llego el dia en que redescubrieron que todo seguia como antes, que los amigos verdaderos nunca se separan ni se olvidan, que ella entendió todo. Ella ya no lo amaba, pero tenía miedo de perder ese gran amigo. Y todo fue confuso por un tiempo, pero ahora real. El era su mejor amigo, y nada los iba a separar.

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