Se percibe la cotideaneidad de mis síntomas. Tengo que caer para volver a empezar. El limbo no sirve de nada. El sufrimiento tal vez puede mostrarme en camino hacia la superación. Mi cabeza tiene que sanar antes de evolucionar.
Necesito que el otro lado, el oscuro en mi, me apure, me despierte. Que me ponga los puntos y me haga sufrir para conseguir algo. Hace mucho que no siento la alegría del éxito o la inspiración del sentir. Lo poco que pienso se me escapa entre sueños. Las palabras llegan cuando hay llanto y no hay papel, y la inspiración se me escapa entre lágrimas.
Necesito muchas cosas. Perder la libertad para volverla a encontrar. Y disfrutar. Pero por sobre todas las cosas, necesito cambiar.
Escrito hace una semana, olvidado en una agenda.
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