20 jun 2011

Estás en todo lo que yo siento.

La confusión te ahoga, y el amor te aplasta. Hay tres personas, ¡Tres! En tu cabeza. Una situación es más complicada que la otra. Uno es tu pasado, el otro tu presente y el otro tu futuro. Al menos así lo sentís vos. Está ese que no aprovechó su oportunidad, ese que no supiste querer y aun así vuelve. También el que amás, el que te provoca más cosas que nadie, el que ves su foto y no podes evitar susurrar un te amo, el de la sonrisa contagiosa, el mejor amigo del mundo. Y está también el que se enoja, el que va y viene, el que nadie sabe lo que quiere, el que camina con vos de la mano y se pone celoso, el que todos dicen que algún día vas a terminar con él. Y confunde. Confunden las ganas de no querer quedarse sola. Confunde que dos de tres no sientan absolutamente nada por vos, confunde que ese que podría ser tiene novia, confunden los besos y quién besa mejor, confunde que tu única posibilidad sea volver con aquel que te hizo mierda. Sabés que está mal, pero... ¿Si es tu única posibilidad de no quedarte sola para siempre? Estar con él y pensar en otro no sería justo, tampoco. Y después ese que te provoca todo y más. El que te mueve, por ese que lo das todo. El no da nada, el no te quiere. Cada cosa que lo ves hacer sin vos te hace mierda, pero al mismo tiempo querés que sea feliz. El no es buena persona, te usa, te basurea y te maltrata. Todos lo ven excepto vos, obvio. Porque estas ciega, porque el amor es ciego, sordo y pelotudo. Pero es tan hermoso. Cuando tiene gestos lindos, una vez cada tanto, cuando te abraza, cuando se rie con vos, cuando te extraña... y ahí te querés morir de amor, quedarte para siempre junto a él. Pero no se puede, sabes que no. El ama a otra, y aunque no sea así, no te ama a vos. Y por último pero no menos importante, ese. El que a veces todos creen que es tu novio. El bipolar. El que se enoja. Con el que nunca se puede hablar en serio. El mentiroso compulsivo. El que te besó estando borrachos. El que te acompaña a todos lados, de la mano. Con el que pasas tardes a solas. Lo mirás y sonreís, pero sabés que nada va a pasar, por más que digan los demás. Ese que dice que te admira, que conoce tu historia y a veces le sale el super tierno de adentro. Lo imaginás como tu marido, pero no como tu novio adolescente. 
Y entre tantas cosas, no sabes por quién llorar, por quién arriesgarte y a quién mandar a volar.

1 comentario:

  1. Vicky me mato el texto, tenes una facilidad increíble para escribir.


    Cantas verdad? quiero escuchar :)

    ResponderEliminar

Las críticas siempre son buenas. Los comentarios me dan ganas de seguir escribiendo. ¡Gracias!

Mi blog.

Buscar en el Blog-.

¡Gracias por leerme...!

Enigma.